SE ACERCA LA NAVIDAD
Por ello queremos contarles algo sobre estos productos tan ricos que nos deleitan en estas fechas. En esta ocasión será el turrón, pero les iremos contando un poco sobre todos ellos. Porque cada uno tiene su historia y es apasionante saber de dónde vienen y cómo han evolucionado en la historia.

Turrón de almendra:
La almendra nos llega del Oriente mediterráneo. La trajeron posiblemente los romanos o quizás los griegos. El almendro se aclimató rápidamente en nuestras tierras, principalmente en las más áridas de la Montaña Alicantina, ya que no necesita agua para su cultivo y evoluciona bien en climas cálidos.
Teniendo almendras azúcar y miel, los árabes que habitaban estas tierras inventaron el turrón y lo fabricaban de la misma forma que todavía hoy podemos degustar en los países del norte de África (Marruecos Túnez…).

Con el auge de las ferias y mercados que surge en el S XV-XVI la gente de la Hoya de Sidona (Levante) se especializó en la elaboración del turrón y salían a venderlo por toda España cuando terminaban de fabricarlo, es decir cerca de la Navidad.

Por esta razón se generalizó el consumo en torno a estas fechas, pues debía de consumirse fresco, ya que no existían los conservantes.

De ahí que las gentes de Jijona se lanzase por estas fechas por los caminos de la Península llevando su dulce carga, que pronto se convirtió en uno de los más entrañables símbolos navideños.

Muy populares dentro de la dulcería eran los turrones y los mazapanes, que se elaboraban con miel, azúcar de caña y frutos secos. A pesar de emplear azúcar, seguían conservando la sempiterna miel.

Mucho se ha escrito sobre los turrones, cuyo origen se atribuye a los árabes, que los fabricaban mucho antes que fueran introducidos en Europa, como lo pueden atestiguar las recetas que figuran en el Fadhalat al Jiwan, de Ibn Razin, que data del S. XIII. En el siglo XV, los confiteros sefarditas hacían el “Halbas”, especie de turrón, mezcla de miel y semillas oleaginosas: Ajonjolí, nueces, avellanas, y almendras, y en el siglo XVI se fabricaban en el Reino de Valencia dos tipos de turrón, uno duro cuyas almendras iban cortadas en trozos, que era típico de Alicante, y otro blando, con las almendras molidas, que procedía de Jijona.Turrones variados

Dejando de lado el dudoso origen del turrón, lo cierto es que en España alcanzaron gran fama los dos tipos de turrón que se han mencionado, compuestos en distintas condiciones, con almendra miel y azúcar, en un principio de caña y después de remolacha.

El turrón en un principio era consumido solo por las familias de los propios agricultores que lo elaboraban, luego pasó a ser reclamado como manjar exquisito en las mesas reales y señoriales.

El origen del turrón ha dado lugar a una enorme controversia. Ya en la antigüedad griegos fenicios y romanos consumieron turrón. En el año 662 a. C. Durante la 1ª Olimpiada, alrededor del templo de Zeus, había tenderetes en los que se vendía turrón elaborado con almendras.

Aunque por muchas razones el origen del turrón se sitúa en el mundo árabe, muchos maás han intentado apropiarse de su origen. En Cremona (Italia) asumen que el nombre de turrón proviene de “turroni” (torre) forma en la que se presentó este postre en la boda de Blanca Visconti con Francesco Sforza (1441).

Los Catalanes dicen que nació en un concurso convocado en 1703 a causa de la peste, donde se debía encontrar un alimento que perdurara un mes o más. Los dos supuestos galardonados fueron “Pablo Turrons” y “Pedro Xercavins”.

Pero si es verdad que un turrón nacido en Barcelona es el de Yema Tostada. Un pastelero que realizaba turrón de mazapán puso menos azúcar del debido y se encontró con una pasta blanda. Para no tirarlo la ligó con huevo batido, y para darle consistencia lo quemo al hierro generando así uno de los turrones más exquisitos.

Delicias artesanales que cautivan tus sentidos, elaboradas con tradición y pasión.

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